El conejo cabeza de león es una
de las razas más nuevas que se conocen aunque aún no está reconocida como tal
por todos los organismos oficiales. Su origen se atribuye a Bélgica por
criadores que buscaban un conejo enano de pelo largo. Para ello cruzaron
conejos de raza "zorro suizo" y "enano belga"' en 1996.
Pero antes de que lograran su objetivo surgió este conejo como consecuencia de
una mutación, responsable de la particular distribución del pelo en la cara del
animal. Dicha distribución consiste en un vello especialmente denso y poblado
por toda la periferia de la cara, recordando a la melena de un león macho. Los
criadores comenzaron a criarlo intencionadamente hasta dar la raza que conocemos
hoy en día. De momento todas las capas están aceptadas siempre y cuando sean ya
conocidas, negando de momento capas exclusivas para esta raza. Su peso es algo
mayor que el de los conejos enanos, entre 1,5 y 2 kg, aunque se está
corrigiendo para conseguir una variedad realmente enana, cabeza bien marcada y
hocico bien desarrollado. Las orejas no llegan a 7,5 cm de largo, estando bien
pobladas y erectas; ojos pardos, rojos o azules, siempre brillantes; cuerpo
redondeado y extremidades no demasiado finas.
Creada
a principios del siglo XX, está en franca decadencia desde la introducción de
las razas "neozelandesa" y "californiana" en los años 1960,
hecho que se agravó aún más tras la industrialización de la cunicultura en los
1980, donde la raza estuvo a punto de desaparecer. Actualmente se está
intentando recuperar y fomentar sus condiciones de rusticidad y como banco de
genes. Capa parda con tonos leonados o grisáceos. Pesa entre 5 y 8 kg. Orejas
grandes y erectas, ojos pardos, cabeza grande, papada presente solo en hembras
y extremidades fuertes. Los machos se muestran muy activos y persistentes en
presencia de conejas mientras que éstas tienen un comportamiento nervioso todo
el tiempo.
BLANCO NEOZELANDES
Neozelandés: conejo muy extendido
por todo el mundo al que incluso se puede considerar de doble actitud
carne-pelo. Nacido en 1912 en Estados Unidos con la función de producir carne.
En un principio la única capa era leonada pero los cruzamientos posteriores con
"blanco americano" y "angora" dieron la variedad blanca tan
cotizada por los peleteros por la facilidad que tiene de ser teñida, y los
cruces con la raza "chinchilla" dieron lugar a la variedad negra. El
pelo es suave y brillante en todas las variedades. Pesa entre 4 y 5 kg. Cabeza
redonda y orejas erguidas con la punta redondeada. Cuello corto y grueso como
es habitual en razas destinadas a carne. Presencia de papada en hembras. Las
hembras son muy fértiles, producen abundante leche y son buenas madres. En
general es una raza prolífica, con buenos índices de crecimiento y buen
rendimiento a la canal.