El zorro común o zorro rojo (Vulpes vulpes) es una especie de mamífero muy conocida, de la familia de los cánidos, de distribución holártica, aunque también fue introducido en Australia en el siglo XIX. Es un animal silencioso y muy cauteloso, que caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.
Su nombre científico, Vulpes
vulpes, no es más que la repetición de la palabra latina, vulpes, que
significa zorro. Su nombre común de zorro rojo viene de su coloración más
habitual en la naturaleza, el pardo rojizo, aunque existen individuos de una
gran gama de colores, dándose variedades como el denominado zorro plateado, que
es de tonos grises y que se ha criado en cautividad con fines peleteros.
El zorro común es de lejos la
especie de zorro más abundante, encontrándose en casi cualquier hábitat del hemisferio
norte, ya sean bosque caducifolios o de coníferas, praderas, zonas costeras, la
tundra alpina, la taiga o las mesetas montañosas. Es un generalista capaz de
coexistir con especies más especializadas de zorros como el zorro ártico. El
zorro es capaz de sobrevivir en zonas urbanizadas y densamente pobladas por el
hombre.
El zorro está presente en la
mitología de muchas culturas y también aparece en innumerables cuentos y
fábulas generalmente representando la astucia y la inteligencia.
El zorro común generalmente es de
color rojizo, con las punta de las orejas y los extremos de las patas negros,
con una cola poblada cuya punta es blanca, como lo es su panza. Esta tonalidad
roja puede variar desde el pardo rojizo hasta el rojo anaranjado, pero la gama
de colores de su pelaje es amplia pudiendo ser de colores ocres, grises e
incluso negros y blancos, y aunque su capa superior suele ser más o menos
uniforme puede presentar manchas y franjas. Los zorros grises y negros en
peletería son denominados zorros plateados.
FOTO: Alberto López Mugica
FOTO: Alberto López Mugica
FOTO: Alberto López Mugica
GINETA
La gineta, jineta o
gato almizclero (Genetta genetta) es una especie de mamífero
carnívoro de la familia de los vivérridos, una de las dos que se consideraban
antes de esta familia y se pueden encontrar actualmente en Europa; la otra es
la mangosta llamada meloncillo, que hoy en día se adscribe a la familia Herpestidae.
La gineta está presente en la península
ibérica, las Islas Baleares y Francia, y parece expandirse actualmente hacia el
norte y el este del continente
Por su aspecto, de estampa
felina, la gineta se asemeja a un gato alargado de pelo amarillento a grisáceo,
salpicado de motas negras en el cuerpo, y en la cola manchas anilladas. En la
cola el pelo es más largo y cumple funciones estabilizadoras en los saltos y
persecuciones. El cuerpo puede llegar a los 55-60 centímetros,
longitud que iguala o supera la cola, pudiendo superar el metro de longitud
desde la cabeza a la cola. La altura en la cruz es de 20 centímetros, y el
peso oscila entre 1,2 y 2,5 kilos. La gineta tiene una cabeza cónica que se
afina hacia el hocico. Los ojos grandes de color pardo están enmarcados sobre
manchas de color blanco que contrastan con una franja negra que rodea la base
del hocico; a ambos lados del éste, hay bigotes largos y muy sensibles. Las
orejas son grandes y erectas, y redondeadas en su extremo. El cuerpo es
alargado y elástico, con unas patas anteriores cortas en contraste con las
traseras, más largas y musculadas, que facilitan los hábitos trepadores de este
animal. Los pies son redondeados, con uñas semirretráctiles.
Su alimentación esencialmente
depredadora y carnívora, sus presas principales son insectos, mamíferos
pequeños, lagartos y aves; a veces ingieren también frutos, en especial higos y
frutos del bosque (moras, bayas, manzanas silvestres, etc.).
El meloncillo (del latín meles, tejón), también conocido vulgarmente como mangosta común o egipcia, es una especie de mamífero carnívoro de la familia Herpestidae. Es un mamífero de pequeño tamaño y la única especie europea de su familia.
El meloncillo tiene una silueta alargada y afilada, con el
pelaje de coloración uniforme pardo grisáceo y los pelos color negro con la
punta crema, los cuales son largos, midiendo entre 6 y 8 cm, bajo los que se
encuentra una borra densa y suave Las patas son oscuras y cortas, con cinco
dedos en cada pie y garras afiladas y curvadas que utiliza para excavar y no
son retráctiles. Tiene la cola ancha en su base y con mechón de pelos largos y
negros en su punta y las orejas son cortas anchas y redondeadas. Un rasgo
distintivo de esta especie es que tiene la pupila horizontal, algo excepcional
entre los carnívoros. Además presenta una bolsa anal de gran tamaño, con dos
aberturas glandulares.
Tanto nocturno como diurno, el meloncillo cuando está con las
crías se desplaza de una forma muy original, cada una de ellas, bajo la cola
del siguiente, dando lugar a una forma de serpiente, lo que le ha valido el
apelativo de serpiente peluda, y algún susto a algún cazador que ha creído ver
una enorme serpiente que con el disparo se desvanecía en muchos trozos.
Puede con serpientes venenosas como las víboras, a las que da muerte esquivando su venenosa mordedura.
Puede con serpientes venenosas como las víboras, a las que da muerte esquivando su venenosa mordedura.
Se alimenta de conejos, micromamíferos y reptiles, sobre
todo culebras, aunque también come aves, insectos, carroña, etc.
TURON
Mamífero carnívoro con
característico antifaz en el rostro, cuerpo alargado y delgado, patas cortas y
cola larga. Su tamaño es pequeño, no superando los 1.500 gramos. La
coloración es uniforme, aunque puede variar mucho de unos ejemplares a otros de
forma general, pero en particular depende de las subespecies. En la península ibérica se localizan las
siguientes subespecies:
- El Mustela putorius putorius, que se localiza en el Norte y tiene el pelaje más oscuro.
- El Mustela putorius aureolus, que se localiza en el centro y Sur y tiene el pelaje
más claro.
Existe una forma domesticada de
turón (Mustela putorius furo) que se denomina hurón.
El turón es una especie que está
activa todo el año, de modo que no hiberna. Los hábitos de caza de la especie
son habitualmente nocturnos, aunque también caza en las primeras horas del día
y ocaso.
El oído es su sentido más
desarrollado, aunque también el olfato. La vista del turón no es muy aguda.
Puede nadar y bucear en busca de presas, pero trepa mal. Corre y salta bien,
siendo una característica de la especie la costumbre de levantar el lomo al
caminar, encorvándose. También puede excavar con facilidad.
El turón es un animal solitario,
excepto en la época de celo (final de invierno o principio de primavera) en la
que se reúnen varios machos que pueden entablar violentos combates para
erigirse con la hembra.
Su alimentación es muy variada y
puede ir desde el conejo (su presa favorita) hasta las ratas y ratones, pasando
por sapos, ranas, caracoles, lombrices o aves, incluyendo los huevos, sin
desdeñar tampoco la carroña o la fruta otoñal. La disponibilidad de un tipo
determinado de presas, condiciona los hábitos alimenticios del turón, que se
adapta con facilidad a lo que le da el territorio.
HURÓN
El hurón doméstico (Mustela
putorius furo) es un mustélido, subespecie del turón, que fue domesticado
hace al menos 2.500 años
Durante cientos de años el
principal uso de los hurones fue la caza de lagomorfos (conejos). Con su
naturaleza agresiva y su cuerpo largo y estilizado, están bien adaptados para
entrar en madrigueras y cazar a los animales que haya dentro. Aún se usan para
cazar en algunos países, sobre todo en Australia donde los conejos son una
plaga y, a pesar de la tecnología moderna, la combinación de unas cuantas redes
y un par de hurones resulta muy efectiva.
En España, el uso de hurones para
la caza está regulado en cada Comunidad Autónoma aunque en la mayoría, como por
ejemplo las Islas Baleares, prohíbe su uso por ley. Otras comunidades, pese a prohibir la caza con
hurones, permiten hacerlo si se consigue un permiso de la Consejería debído a que
se reconozca que existe una plaga de conejos .
Los hurones pasan la mayor parte
del tiempo (de 14 a
18 horas al día) durmiendo, pero cuando están despiertos son muy activos,
dedicándose a explorar su alrededor de forma exhaustiva. Los hurones son
animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el
atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma
diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos
una hora y un lugar de juego. Los hurones, al igual que los gatos, pueden
utilizar una caja (preferiblemente esquinera) para realizar sus deposiciones con
un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos
porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos
inquilinos del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin
embargo, no se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces a
puntos peligrosos y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los
desagües para la lluvia y las bolsas de las personas. Siempre que se encuentren
en el exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una
correa con arnés con 2 secciones.
GARDUÑA
La garduña (Martes foina) es un mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Es un depredador nocturno de tamaño mediano.
La garduña (Martes foina) es un mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Es un depredador nocturno de tamaño mediano.
En estado adulto, la garduña mide
entre 40 y 50 cm
de longitud, la cola mide entre 21 y 27 centímetros, y su
peso oscila entre 1 y 2 kg.
Muy parecida a la marta (Martes martes), no en vano tienen antepasados
comunes, pero es ligeramente más paticorta y corpulenta, tiene el hocico más
chato y las orejas más pequeñas, y se distingue de aquella por su babero de
color blanco que se abre en horquilla hacia las extremidades delanteras. Tiene
un excelente oído y muy buena vista y olfato.
Es estrictamente nocturna, y se
puede ver por toda la
Península Ibérica por bosques, matorrales, roquedos o zonas
rurales y suburbanas. Extinta en Ibiza. Vive en zonas muy soleadas, normalmente
prados, zonas montañosas y rocosas con poca vegetación. Se ha adaptado a
lugares donde vive el hombre y caza en granjas, pero también se puede encontrar
en bosques como encinares.
Se alimenta de pequeños roedores,
pequeños mamíferos, pájaros, anfibios, huevos, fruta y miel.
TEJÓN
El tejón común, europeo o eurasiático (Meles meles) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Es de tamaño medio y propio del Viejo Mundo.
COMADREJA
La comadreja común, comadreja menor o, simplemente, comadreja (Mustela nivalis) es una especie de mamífero mustélido ampliamente distribuido en Eurasia y Norteamérica Es la especie más pequeña de mustélido y lo es también de todos los integrantes del orden Carnivora.
LOBO
El tejón común, europeo o eurasiático (Meles meles) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Es de tamaño medio y propio del Viejo Mundo.
El tejón tiene complexión
robusta, cuerpo mucho más largo y ancho que alto, con patas cortas y cola
también corta con el extremo romo. Su forma general es algo acuñada, con la
cabeza alargada y triangular y proporcionalmente pequeña. El cuerpo también es
alargado.
Los tejones son omnívoros, se
alimentan de insectos, particularmente abejas y miel, de donde proviene su
nombre latino de «Meles» (miel en latín), de otros invertebrados, de
mamíferos, de reptiles pequeños, maíz, frutas y plantas, en general, sin
desdeñar la carroña.
El olfato y el oído del tejón
están muy desarrollado, mientras que la vista la tienen más limitada, pues sus
hábitos de vida, la han adaptado prácticamente al uso nocturno y en la
oscuridad de su madriguera denominada tejonera.
Al frente de la tejonera suele
haber un varón dominante, una hembra dominante, y sus descendientes subordinados.
FOTO: Antonio Fermín Molera Fernández
FOTO: Antonio Fermín Molera Fernández
FOTO: Antonio Fermín Molera Fernández
COMADREJA
La comadreja común, comadreja menor o, simplemente, comadreja (Mustela nivalis) es una especie de mamífero mustélido ampliamente distribuido en Eurasia y Norteamérica Es la especie más pequeña de mustélido y lo es también de todos los integrantes del orden Carnivora.
Es similar al armiño, del que se diferencia en el tamaño y sobre todo en el pelaje: en
el armiño, el extremo de la cola permanece negro tanto en verano como en
invierno. Vive en cualquier hábitat, aunque prefiere los paisajes abiertos, en
entornos rurales, con campos, praderas, lindes de los bosques y terrenos
baldíos invadidos por la maleza.
Es un animal bastante común. Las
comadrejas pueden presentar sorprendentes variaciones de tamaño.
Su minúsculo tamaño no le impide
capturar presas mayores que ella, como ratas, ratones y topillos, roedores a
los que sorprende introduciéndose en sus propias madrigueras en las que cabe
gracias a su extremada finura. Los machos, más grandes que las féminas, cazan
conejos y liebres. Las aves y, especialmente las que anidan en el suelo, son presas
con mucha frecuencia.
LOBO
El lobo (Canis lupus)
es una especie de mamífero placentario del orden de los carnívoros. El perro
doméstico se considera miembro de la misma
especie.
Aunque ya se encuentra exterminado de nuestros campos, el lobo fue siempre la más acuciante preocupación de los pastores en el cuidado y guarda de sus rebaños, obligándoles pasar la noche junto al redil.
El lobo, que es un depredador, se
hallaba en una gran cantidad de ecosistemas. Este amplio territorio de hábitat
donde los lobos medran refleja su adaptabilidad como especie, ya que puede
vivir en bosques, montañas, tundras, taigas y praderas.
Los lobos poseen rasgos ideales
para viajes de larga distancia. Su estrecho pecho y su potente espalda y
piernas facilitan una locomoción eficiente. Son capaces de cubrir varios
kilómetros trotando a una velocidad de 10 km/h, pudiendo alcanzar velocidades punta de
65 km/h
en una persecución. Mientras corren a gran velocidad pueden cubrir cinco metros
por salto. Las patas de los lobos están diseñadas para andar con facilidad por
una amplia variedad de terrenos, especialmente nieve. Tienen una pequeña
membrana entre cada dedo, lo que les permite moverse por la nieve con más
facilidad que sus presas. Los lobos son digitígrados, y cuentan con patas
traseras más largas y un quinto dedo vestigial, solo presentes en las
delanteras, siendo sus garras de coloración oscura/negra y no retráctiles.
Pelos erectos y garras desafiladas realzan el agarre en superficies
resbaladizas, y vasos sanguíneos especiales evitan el enfriamiento de las
almohadillas de las patas.
El mayor tamaño y longitud de las
patas, ojos amarillos y mayores dientes hacen distinguir a los lobos adultos de
otros cánidos, particularmente perros. Existe una glándula odorífica presente
en la base de la cola de los lobos, la cual le confiere a cada individuo un
rastro aromático único, que les sirve para poder identificarse entre ellos.
Pueden cazar tanto de día como de
noche gracias a su agudísimo sentido del olfato y a su visión nictálope, para
poca luz, dado que sus ojos poseen un tapetum lucidum tras la retina. Sus
largos y poderosos hocicos ayudan a distinguirlos de los coyotes y chacales,
los cuales tienen hocicos más estrechos; y de los perros que generalmente los
tienen más pequeños. Los lobos difieren también en ciertas dimensiones
craneales, teniendo un ángulo orbital más pequeño que, por ejemplo, los perros
(53º estos y 45º los lobos), así como en una mayor capacidad cerebral, siendo
la bóveda craneana un 20% más grande.
En ocasiones un lobo parece más
pesado de lo que realmente es, debido a su voluminoso pelaje, compuesto por dos
capas. La primera capa está diseñada para repeler el agua y la suciedad. La
segunda es un denso subpelaje resistente al agua que aísla al lobo. Éste se
torna en una gran mata de pelo a finales de primavera o comienzos de verano. Un
lobo se frota normalmente contra objetos tales como rocas y ramas para fomentar
la pérdida del pelaje. El subpelaje es usualmente gris sin tener en cuenta la
apariencia del pelaje exterior. Los lobos tienen distintos pelajes en invierno
y en verano que alternan en primavera y otoño. Las hembras tienden a conservar
sus pelajes invernales más allá de la primavera a diferencia de los machos.
La coloración varía; va del gris
al gris marrón, a través del espectro canino del blanco, rojo, marrón y negro.
Estos colores tienden a mezclarse en muchas poblaciones para formar individuos
predominantemente mezclados.
FOTO: Luis Fernández Torrero